curriculum



CURRICULUM

EXPOSICIONES INDIVIDUALES

2011 “Radio-grafias”, Curaduría Eduardo Serrano.  Galería LA COMETA, Bogota, Colombia.
2011 “Origen” , Curaduría Eduardo Serrano Galería LA COMETA, Bogota, Colombia.
2011 “Fugas” Galería 12:00, Bogota, Colombia.
EXPOSICIONES COLECTIVAS
2012 "Porque todos merecemos una segunda oportunidad", Curaduría Ana María Lozano. Club el Nogal, Bogotá, Colombia
2010 “Formato Chic”, Cero Galería, Bogotá, Colombia
2010 “Colectiva 12:00” Galería 12:00, Bogotá, Colombia
2010 “Bienal de Venecia de Bogotá”, Curaduría Franklin Aguirre. Salón Comunal Barrio Venecia, Cero Galería Bogota, Colombia.
2010 “Zona D”, Claustro Usaquen, Bogotá, Colombia 2010 “EXALUMNOS CNG”, Curaduría Estefanía Sokoloff. Colegio Nueva Granada Bogotá, Colombia.

CURSOS, SEMINARIOS TALLERES
2009–2010  Taller Hojilla de Oro Artesanal, Maestro Ofelia Rodriguez, Bogotá Colombia.
2008 Taller  de Serigrafîa, Maestro Fernando Gaitán, Bogotá, Colombia.
1993 Taller de Figura Humana, Maestro Fernando Dávila, Academia de Arte Fernando Dávila Bogota, Colombia.

EDUCACIÓN

1995 - 1998 Bachelor of Fine Arts, Major in Interior Design, Savannah College of Art & Design. Savannah, GA. 
1993 - 1995 Mercadeo & Publicidad, Politécnico Grancolombiano, Bogotá, Colombia.





BIOGRAFÍA
 La propuesta artística que Andrea García, Bogotá 1974, ha venido desarrollando durante los últimos años, es el resultado no solo del conocimiento y manejo de los materiales empleados sino también de toda una acumulación de experiencias profesionales y vitales, gracias a las cuales a podido dotar a su obra de una ideología y un contexto contundentes; estos nacen de la absorción de una tradición histórica que la artista ha sabido trasponer al mundo actual, haciendo de su producción algo relevante para la sociedad de hoy en día.
 Andrea García recoge elementos considerados de desecho para extraerles su valor inherente, que ha quedado sepultado por el uso y el paso del tiempo. La artista asigna un uso propio y digno a aquello que la sociedad desecha; esta transformación ejerce una función tanto en el ámbito artístico como en el social. Con el uso de basuras y objetos desechables como tapas de aluminio reciclado y radiadores de diferentes tipos de maquinas, la artista ha querido cuestionar y replantear la construcción -hoy en día tan mediática- de la mirada y su papel a la hora de emitir juicios de valor ya sean estos sobre los objetos o los seres humanos.
Antecedentes
Es necesario conocer la trayectoria de la artista para entender que cada paso tiene un peso importante a la hora de generar inquietudes y desarrollar una propuesta plástica con lenguaje propio. Sus experiencias académicas y profesionales han juntado lo artístico con la obra social, asociado a una visión comercial. Por un lado, hizo estudios de mercadeo y publicidad, de artes plásticas, diseño de interiores y tiene un dominio de la técnica de la serigrafía; por otro, ha desarrollado estrategias de mercado, asesoramiento a colecciones privadas de arte, dirección artística, edición de fotografía y manejo de empresas dedicadas a la reinserción social de individuos pertenecientes a grupos vulnerables de la población colombiana por medio del aprendizaje de un oficio artesanal. Esta variedad de experiencias en diferentes mundos y contextos enseña desde muy pronto a la artista, que el valor que otorgamos a las cosas y a las personas esta condicionado por una serie de ideas preconcebidas, dictadas por la sociedad a la que estos están sujetos.
Florecimiento de Un Objeto
Los primeros pasos en el desarrollo de su obra artística se realizan a partir de un objeto de plástico (sostenedor de las latas de bebidas), a través del cual se genera una imagen que va desdoblándose en capas superpuestas. García intenta así entender el funcionamiento de la mirada. De ahí surge Florecimiento de un Objeto(2008): por medio de la superposición de imágenes traslúcidas la artista quiere cuestionar lo que vemos partiendo de material de desecho. La imagen consta de diferentes capas y por tanto de diferentes figuras, hasta que el objeto original se vuelve irreconocible. Con este primer experimento se establece el deseo de dar otro significado y uso a aquello que ha perdido su función inicial;  así comienza un diálogo con materiales varios para poder entender las posibilidades escondidas  en cada uno, tras haber llegado a su supuesto fin en el trayecto de la sociedad de consumo.
En el 2009 Andrea empieza a trabajar con radiadores de maquinaria, lo cual marca el comienzo de la serie de objetos Transmutaciones. La artista recupera, limpia y pule los radiadores ya desechados para extraer el brillo de los materiales propios, como el cobre y el aluminio; otras veces los interviene con lámina de oro, a modo de guiño conceptual a las culturas indígenas, dado el valor añadido inmediato que éste metal precioso  ha supuesto en el pasado.  El trato casi obsesivo que reciben los radiadores los convierte en objetos de contemplación, rescatados del viaje que sufrieron como objetos dispensables. Así, el espectador es obligado a cambiar sus ideas preconcebidas a cerca del objeto a observar.
A mediados del 2009, el trabajo de pulir los radiadores se vuelve tan arduo que Andrea sufre una lesión en el hombro, y se ve obligada a suspender el proyecto. Forzada a continuar su labor de otra manera, la artista co-funda Manos Amorosas (www.manosamorosas.org) lo cual supone el comienzo de una nueva etapa en la que la artista aplica sus ideas a una comunidad de mujeres en situación vulnerable que han sido marginadas y condenadas por la sociedad; éstas mujeres son empleadas para la realización de bolsos, collares y cinturones, tejidos con las tapas recicladas de las latas de aluminio. Gracias a este empleo remunerado, este grupo de mujeres vuelve a “dignificar” su función en la sociedad al mismo tiempo que insertan un material de desecho de vuelta en el mercado. Mujeres y tapas recicladas encuentran de nuevo un lugar en la sociedad gracias al uso y realce de sus cualidades intrínsecas.
Alu
El material tejido con las tapas de aluminio es utilizado por la artista para realizar objetos pequeños (serie Flying Dozen) e instalaciones de pared (serie Objetos Maneables). Con el uso de la basura, la artista crea objetos que oscilan entre la joyería y la escultura; manipula el material para convertirlo en masa maleable y hacer piezas monumentales incrustadas en la pared. Con este material la artista participó en la Bienal de Venecia (Bogotá, 2010) en la que interactúa con niñas de 15 años con las que se replantea los símbolos adscritos a la feminidad por medio de la creación de los objetos “fetiche” de la fiesta de cumpleaños. De nuevo, creación artística y trabajo con la comunidad se vuelven las dos caras de una misma moneda.
Fugas
Con el paso del tiempo, la artista retoma el trabajo realizado con los radiadores que comienza en el 2009; esta continuidad permite desarrollar en profundidad las posibilidades plásticas que se esconden en el objeto, y afianzar la coherencia y complejidad del concepto. En la lectura de la obra, se acentúa una finalidad íntimamente ligada al funcionamiento y valoración del individuo dentro su grupo social. Es éste trabajo el que da cuerpo a Fugas, la primera exposición individual de Andrea García. La exposición está dividida en dos partes. En una de ellas, la artista coloca piezas de radiadores sobre una base de cemento, en vertical, a modo de instalación. La función del radiador como catalizador permite el funcionamiento de la máquina a base de liberar energía (sugerido por la experiencia auditiva de la instalación) sirve de metáfora de la propia función del individuo como parte de un sistema más grande: para poder seguir ejerciendo nuestro papel de catalizador en un grupo, el cuerpo debe liberar fugas de energía. Inevitablemente el deterioro se hace visible en el tejido, por el uso y el paso del tiempo, pero las fugas permiten seguir en marcha. El visitante puede caminar por entre las piezas e identificarse con una comunidad, teniendo así una experiencia tridimensional de la obra. En la segunda parte de la exposición se encuentra la reinterpretación de su obra iniciada en el 2009. Esta consta de piezas de pared (objetos de contemplación); con ellas se quiere resaltar la bidimensionalidad de la experiencia y la nobleza de los materiales, tanto del objeto (como se ha mencionado anteriormente) como de la persona. Ambas experiencias, ambos formatos, significan una asimilación profunda de las experiencias anteriores llevadas a una producción plástica que ya ha cobrado peso y coherencia.
Si hoy en día es necesario cuestionar la función del artista en la sociedad, Andrea García constituye un claro ejemplo de una artista multidisciplinaria que ha sabido combinar la creación plástica -su poder creativo y de transformación del mundo que la rodea- con una visión pragmática de la existencia y del uso de los materiales reciclables. Esta mezcla de visión y habilidades ha permitido a la artista una interacción con la sociedad a través de la cual alcanza también a transformarla.

Texto por :Caridad Botella 2011